Después de varios años de inactividad, el Seminario de Filosofía de la Ciencia vuelve de la mano de Pablo García-Barranquero, presentando Más allá de la distinción “extensión moderada de la vida” y “extensión radical de la vida”. Este es el resumen:
En las últimas dos décadas, la posibilidad de extender la vida humana ha sido un tema muy discutido tanto por científicos (de Grey & Rae 2007; Moody 2006; Olshansky & Carnes 2002) como por filósofos (Agar 2010; Overall 2003; Wood 2016). El debate se divide, resumidamente, entre aquellos que argumentan que no hay nada necesario sobre los procesos de envejecimiento que hayan definido nuestra vida hasta la fecha (Caplan 2005), y quienes argumentan que incluso si nuestro organismo pudiera sostenerse indefinidamente (a saber, una extrema longevidad), la identidad personal depende de límites temporales que necesariamente definirán la vida de cualquier individuo en particular (Glannon 2002b). Los primeros, por un lado, tienden a interpretar el envejecimiento como un proceso patológico (a saber, como una enfermedad) y argumentan que los esfuerzos para controlarla, prevenirla o revertirla no son sólo moralmente permisibles, sino que deben tener una alta prioridad dentro de la investigación biomédica actual (de Grey 2005). Siempre debemos esforzarnos por superar nuestra vida máxima, argumentan, así como no poner límites a nuestra salud, sin importar qué tan viejos o saludables podamos llegar a ser. Los segundos, por otro lado, tienden a enfocarlo desde la idea clásica de que existe un ciclo de vida humano normativo, y, por lo tanto, argumentan que los esfuerzos para superarla indefinidamente son deshumanizadores (Kass, 2001). Dado que estas son posiciones inconmensurables, algunos autores intentan encontrar formas más claras de enmarcar este debate para facilitar el progreso en la gerontología. La forma más común de hacer esto es distinguir dos tipos de campos de extensión de la vida: esfuerzos moderados (o débiles) cuyo objetivo se enfoca en mantener la vida saludable en la vejez el mayor tiempo posible; los esfuerzos radicales (o fuertes) cuyo objetivo se enfoca en conseguir tanto que las personas vivan sus vidas saludables como superar nuestra vida máxima (Glannon 2002a; Gyngell 2015; Häyri 2011; Lucke & Hall 2006; Moody 2001; Rantanen 2014).
En esta charla, comienzo revisando algunas de las propuestas de clarificación más destacadas. Tras ello, identifico los enfoques y nociones que estas implican teóricamente. Luego, expongo tres críticas a las que se enfrentan todas estas propuestas. Finalmente, propongo un marco alternativo, girando el debate desde la noción de longevidad a la de senescencia, para comprender no solo los conceptos teóricos sobre la extensión de la vida humana sino también para mantener una discusión filosófica consistente desde los fundamentos de la gerontología contemporánea y desde cuestiones de índole más normativo.
Nos vemos el jueves 17 de enero a las 11:00 en el Salón de Grados de la Facultad de Filosofía de la UNED (Paseo Senda del Rey, 7).